Que la ropa pueda ser tan corta como queramos
Esta publicación está motivada por
una situación que viví en mi propia piel el pasado miércoles, íbamos a grabar
un video para clase y decidí ponerme un vestido, cuando andaba por pleno centro
de Cáceres podría notar como muchas personas se quedaba mirando, muchas de
ellas eran personas mayores qué por la cara que ponían posiblemente estaban
cuestionando el corto del vestido, también hubo miradas de jóvenes y
adolescentes a los cuales me quede con ganas de decirles más de una palabra.
¿Qué problema puede haber en un
vestido? ¿por qué puede parecerle mal a alguien que me vista como me venga en
gana?
Todo esto conlleva a que muchas
de nosotras no sintamos realmente mal ya que estas miradas de desaprobación, a
pesar de que a mí personalmente me den igual, pueden provocar frustración. Y,
por otro lado, porqué me tiene que mirar nadie, acaso ¿le he dado permiso yo? Aunque
muchos de vosotros piensen que es exagerado hablar de violencia machista cuando
nos referimos a miradas o piropos yo no creo que este tan desencaminado, quizá
muchos no puedan darse cuenta de los sentimientos que inundan a aquellas chicas
que son obligadas a oír ciertas frases que no quieren, desde mi punto de vista
es realmente obsceno, es una forma enmascarada del abuso.
Con todo esto pretendo criticar
que solo se entienda por violencia machista el asesinato, las agresiones, las
violaciones… cuando realmente hay muchas situaciones mucho más cotidianas que
no consideramos como tal que son igual de injustas. Por ello creo que entre
todos aquellos que tengan conciencia de ello, grupo al cual no voy a poner género
ya que por desgracia, muchas chicas no se dan cuenta de ello y muchas otras
aseguran que le gusta estos tipos de comentarios y situaciones; y también hay
chicos que entienden que es violencia y muchos otros que no, debemos luchar y
trabajar para que esto se detenga, es difícil erradicar con todo la violencia
machista pero si es cierto, que los micromachismos como son los nombrados
anteriormente si están en nuestra mano para acabar con ellos.
Sinceramente espero no tener que
esperar mucho tiempo para poder pasear con la ropa que me apetezca sea tan
corta como quiera.
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